December 1, 2015
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Olivia Caigneaux
Siempre has oido que el desayuno es la comida más importante del día, o como dice el dicho "hay que desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo".
El desayuno es la comida más importante del día porque rompe el ayuno de la noche y pone en marcha nuestro organismo pero no te pases con la cantidad. El desayuno representa en un reparto ideal de calorías diarias el 25% de la ingesta diaria.
Desayunaremos, pués, como un rey: tranquilamente, tomando nuestro tiempo, sentándonos y comiendo fruta fresca, algo de proteína y de hidratos, sin olvidar hidratarnos.
A media mañana tomaremos un tentempié que represente solo un 5% de la ingesta diaria. No se trata de redesayunar sino de evitar una bajada fuerte de la glicemia, y un hambre voraz a la hora de comer.
Comer como un príncipe: un principe que vuelve de sus quehaceres y tiene que reponer fuerzas. La comida es el principal aporte del día con un 40 % de la ingesta diaria. No te atiborres de lentejas ya que los platos que comemos al mediodía son más caloríficos y completos.
Merendaremos como lo hacen los niños para poder seguir con el día, ir a nuestra clase de inglés, o ir a entrenar... La merienda representa el 15% de la ingesta diaria.
Y finalmente cenaremos como un mendigo...ufff. Mejor cenaremos ligero, vigilando no quedarnos cortos para disfrutar de una noche en calma sin despertares en mitad de la noche debidos a una bajada de glicemia. La cena representa el 15% de la ingesta diaria.
Resumiendo, el reparto ideal de la ingesta calorica en un día queda así:
Desayuno: 25%
Almuerzo: 5%
Comida: 40%
Merienda: 15%
Cena: 15%
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