la más frecuente es una cara de "¿qué me estará diciendo, qué es esto?" y la segunda y no menos frecuente: "AAAAAhhh sí eso de las embarazadas".
El suelo pélvico lo tenemos todos: hombres, mujeres, ancianos y jóvenes.
¿Qué es y para que sirve el suelo pélvico?
El suelo pélvico es un conjunto de músculos que tapizan la parte inferior de la pelvis (en la entreprierna), es el cierre de la cavidad abdomino-lumbo-pélvica.Hombres y mujeres de cualquier edad tienen suelo pélvico.
En los últimos años gracias a la apertura de mentalidades, se ha ido hablando más de esta musculatura. Una de las molestias corrientes después de un parto es la incontinencia urinaria. Hace años nadie se atrevía a hablar de ello, y los médicos aún no estaban muy bien preparados para tratar este problema.
Hoy cualquiera que haya tenido una embarazada en su entorno habrá oído hablar de los ejercicios de Kegel y del suelo pélvico.
Su función en hombres y mujeres es sostener las vísceras pélvicas, contener (orina, gases, heces). También tiene una función sexual y reproductiva.
El suelo pélvico es una parte esencial de nuestro tronco. Tiene unas funciones importantes, las cuales pasan desapercibidas mientras está con buena salud.
Al estar relacionado con el abdomen, el diafragma y la columna al nivel lumbar se puede observar cómo la sobrecarga de estas partes del cuerpo pueden cansar y debilitar el suelo pélvico.
Caso real: Shiatsu y dolor de suelo pélvico.
Hace varios meses, entró en mi consulta, Cristian de 30 años (el nombre es ficticio para proteger la identidad de mi cliente, y su edad es aproximada).
Cristian había ido a varios especialistas buscando una respuesta a un dolor fuerte y muy molesto en el suelo pélvico, en lo que es en medicina china el punto de Vaso Concepción 1.
El dolor acompañaba a Cristian desde hace algo más de 5 años y se incremento tras una ruptura sentimental.
En su primera sesión detecte mucho calor en el meridiano de estómago, los riñones sin energía . Además el examen iridológico indicaba problemas intestinales (espasmos).
Mi primera recomendación fue de tomar una infusión para bajar la inflamación y de eliminar el gluten de su alimentación.
El objetivo era de bajar la inflamación intestinal de forma que se redujeran los espasmos que cansaban los músculos de las paredes abdominales y del suelo pélvico.
En la segunda sesión fui trabajando la zona lumbar, las vísceras y la fascia en las piernas.
En la tercera sesión, ya ha pasado un mes. Dejar el gluten ha sido un acierto. Ha bajado mucho la inflamación y los espasmos y la pared abdominal se nota mucho más relajada.
El dolor en el suelo pélvico sigue presente.
A partir de este momento paso a trabajar las contracturas en la espalda (reflejos de la ansiedad y estrés) sin olvidar de tratar glúteos y vísceras. El objetivo es ir relajando las zonas conectadas al suelo pélvico y bajar el nivel de alerta del cuerpo para Cristian, quien me ayuda con meditación y mindfulness, pueda volver a sentir las tensiones para relajarlas.
Dos meses han pasado y Cristian nota una gran mejoría aunque todavía haya dolor.
En una sesión Cristian me comenta que trás una discusión con su novia, le vuelve a doler más la zona pélvica. En esta sesión trabajamos el bajo vientre, los riñones y el hígado con el fín de sacar la frustración, el miedo y liberar las tensiones acumuladas en la zona genital.
Al cabo de 3 meses, Cristian nota mucha mejoría y empieza a espaciar más sus sesiones.
En su última sesión trabaje las inglés, la zona del izquión, lumbares (riñones) y abdomen.
Llevo actualmente 2 meses sin noticias de Cristian...lo que es muy buena señal, aunque dado su tendencia a somatizar, alguna sesión mensual sería recomendable para eliminar emociones enquistadas.
Cualquier duda, comenta, llama, te contestamos encantados,
Olivia Caigneaux
Directora de Shiatsu y Salud Natural
Shiatsupractor, Naturópata, Hipnoterapeuta
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