lunes, 14 de noviembre de 2016

Infiltraciones: mi punto de vista como terapeuta de Shiatsu

En mi consulta veo bastantes mujeres a las que se les realiza infiltraciones en el codo u hombro.

Después de realizar una rehabilitación de base, y sin éxito con el tratamiento, se les manda realizar una infiltración. 

¿Qué es una infiltración?


Infiltrar es introducir un medicamento  con una jeringa  en una zona del cuerpo. Se trata generalmente de un anestésico mezclado con un esteroide, y la finalidad es generalmente tratar un proceso inflama-torio. El objetivo es disminuir el dolor y acelerar el proceso de curación.

Se emplean para obtener un resultado más rápido y duradero. Y sobre todo para  evitar los efectos secundarios de los medicamentos sistémicos ya que con la infiltración el medicamento va directo al sitio donde se requiere su acción. 


¿Vuelve el dolor?

A menudo la infiltración se realiza con el objetivo de permitir a la persona retomar sus actividades de forma rápida sin atiborrala de anti-inflamatorios y corticoides. 

En un alto porcentaje de los casos (por lo menos los que veo en mi consulta), tienen que infiltrarse varias veces y muchas veces llevan varios años arrastrando el mismo dolor. Algunos se infiltran cada 3 o 6 meses y lo ven como algo totalmente normal, cuando en realidad están introduciendo en su cuerpo (aunque sea de forma localizada) corticoides, esteroides u otros anti-inflamatorios.

Creo que si una persona se ha realizado ya dos inflitraciones ( no contemplo las de ácido hialuronico cuyo objetivo es diferente y solo funciona en un 30% de los casos), debería volver a consultar para que el profesional busque el origen del dolor y así eliminarlo.

Si no se encuentran las causas o fuentes del dolor, siempre tenderá a reaparecer, se haya desinflamado o no el ligamento o tendón. Puede tardar más o menos pero  para poner una imagen sobre lo que os quiero explicar sería como si a mi me poner un almohadón entre mi dedo y un martillo, mientras esté el almohadón...todo bien pero poco a poco se rompe y ...ayyyy.
Es una imagen exagerada pero creo que queda claro que si no dejo de pegar con el martillo me volverá a doler.


En nuestro centro en casos de epicondilitis haya habido o no inflitración lo que aconsejamos es seguir tratando la zona y las tensiones que afectan el hombro o el codo, etc...

Con el Shiatsu se consigue una buena relajación de los tejidos próximos y los músculos que pueden afectar la articulación y combinándolo con la osteopatía y la neurodinamia se colocan los tendones, las partes de la articulación y se reeducan los movimientos para eliminar la causa del dolor.

Mi opinión:

En conclusión, realizar una infiltración o dos, me parece una solución temporal adecuada para evitar que la persona se tome durante años anti inflamatorios.
En cambio me parece que la desaparición total y temporal del dolor, frustra el proceso de alerta y de curación del cuerpo.

En Shiatsu, el dolor es indicativo de un desequilibrio. Es la señal de alarma que nos indica que algo no está yendo bien y de que tenemos que cambiarlo.
Si no hago caso a mi cuerpo y además lo "engaño" con un chute de anti-inflamatorios, puede  incluso  que sin querer esté favoreciendo el desequilibrio. Y desde luego mientras mi cuerpo está incapacitado para gritar, no estoy buscando como modificar lo que me está haciendo daño.

Así que por favor, si ya te han infiltrado un par de veces, no dejes pasar la próxima oportunidad para quitarte el "martillo", en cuanto notes que te molesta de nuevo acude a un terapeuta de Shiatsu, Osteopatía y/o de neurodinamia para que juntos encontréis lo que causa el dolor.



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