lunes, 25 de julio de 2016

L: Lyme, enfermedad de Lyme.

Esta enfermedad poco conocida y aún poco reconocida por los sistemas sanitarios, es también conocida como “eritema crónico migrante de Lipschutz” o “sindrome de Garin y Bujadoux”.
Esta enfermedad se está expandiendo en los países ricos: Europa, EEUU, Canadá.

Los enfermos padecen de problemas inflamatorios, neurológicos, musculares, cutáneos, y articulares...sus síntomas son muy variados y su diagnostico suele ser muy aleatorio. Se realiza unos análisis de sangre ELISA en búsqueda de los anticuerpos encargados de luchar contra la bacteria Borrelia Burgdorferi. El 55% de los negativos, según asociaciones de enfermos de Lyme, podrían llegar a ser falsos negativos.


Los síntomas son:

  • fatiga
  • astenia profunda
  • síndrome gripal con o sin fiebre
  • migrañas
  • problemas de memoria, de concentración
  • dolores en el trayecto de los nervios
  • dolores articulares, artritis
  • parálisis facial
  • mialgias
  • temblores durante el esfuerzo
  • nuca rígida
  • alteración del ritmo cardíaco.

Prevención de la infección:


Los parásitos de la piel y de los animales son posibles portadores o vehículos de esta bacteria. El portador más reconocido es la garrapata de pata negra. Tiene que estar enganchada entre 24 y 36 horas para que pueda existir un riesgo.

Cuando exista riesgo de entrar en contacto con estos parásitos es una buena idea utilizar repulsivos naturales como el aceite esencial de geranio, de árbol de té o el aceite de neem diluidos en un aceite corporal.

Si, después de una picadura por ejemplo de una garrapata, apareciera un eritema, erupción cutánea circular en el lugar de la mordedura o picadura, será importante aplicar varias veces al día durante al menos 3 días aceite esencial de árbol de té.

Si el eritema evoluciona como el de la foto y aparece síntomas parecidos a la gripe, es de sospechar que estamos ante la fase aguda de la Borreliosis. Es importante empezar a tratar la enfermedad para evitar su diseminación y sobre todo evitar que la bacteria se “esconda en los órganos” dónde casi ningún medicamento actuará.


Los tratamientos naturales son eficaces pero dependen de las causas de la enfermedad, de su evolución, de las respuestas del sistema inmune. Cada persona desarrolla respuestas diferentes a la bacteria por lo cual es mejor no comunicar consejos de tratamiento hasta conocer el cuadro concreto de la enfermedad.


En el tratamiento se emplearán, además de una dieta especifica, aceites esenciales, complementos alimenticios, e inmunomoduladores naturales. Consúltanos trayendo tu historia de la enfermedad.

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