lunes, 4 de julio de 2016

Caso : dolores en el bajo vientre sin causas reconocidas

La semana pasada entró en mi consulta Paula (nombre ficticio para mantener la confidencialidad) por dolores abdominales y cistitis repetitivas.

Paula es una mujer joven con familia y un trabajo físico y estresante. 
Tiene mucho estrés y algo de ansiedad, según ella, por no saber que le está ocurriendo.

Hace un poco más de un año empezó con dolores abdominales, con la sensación de tener cartón en el bajo vientre y una gran burbuja. 
Su recorrido entre médicos sigue en la actualidad sin que se encuentre causa "médica".
Pensaron que sus dolores se debían a la bajada de órganos que sufría y decidieron hacerle una operación que consiste en fijar los intestinos con unos puntos. 
La operación se complicó y tuvieron que intervenirla de urgencia.

A pesar de esta operación sus dolores siguen; y sus reglas, antes regulares y poco abundantes se han modificado del todo: irregularidad, hemorragias, duran casi el doble de tiempo.
Ahora le proponen probar la píldora durante un trimestre con el fin de reducir el trabajo del utero.

Para evitar una infección de los canales uretres y de la uretra, le han dado un anti-biotico de amplio expectro.

Sesión 1:

Después de que me explicará con mucha ansiedad su situación, le propongo recibir un masaje Shiatsu.
El masaje en esta primera consulta tiene un doble objetivo: reducir su ansiedad y diagnosticar al nivel energético y muscular la zona abdominal.

La zona abdominal es siempre muy reactiva porque en los órganos que lo componen se encierran las emociones. Por ejemplo el exceso de ira, rabia o frustración afecta al hígado y la vesícula biliar; los riñones se ven afectados por los miedos excesivos...
Y las emociones bloqueadas o controladas llegan a crear tensiones en todo el intestino y abdomen.

Al realizar el masaje descubro mucha tensión. El cartón en el bajo vientre está muy presente y llega a bloquear el flujo de la energía del Hara (centro energético). La tensión también está en toda la zona operada, en las cicatrices.
Todo el abdomen de Paula está en tensión, en sufrimiento.

Durante la sesión salen las primeras palabras relacionadas con su madre.


Sesión 2:


Paula ha notado después de la primera sesión una sensación de alivio, aunque en las primeras horas tras el masaje se sintiera muy incómoda por la cantidad de movimiento visceral que se realizaron.

Durante la segunda sesión Paula sigue con mucha ansiedad pero a medida que se van relajando los tejidos, empieza a cerrar los ojos y a dejar ir.

Después de media hora trabajando con varias técnicas la zona del utero, vejiga, riñon, se nota un cambio profundo en los tejidos.
Al terminar el masaje de la zona abdominal compruebo los puntos de P1 (pulmón), y detecto mucha ansiedad, apunto en la ficha de seguimiento que tendremos que soltarlos.
Para terminar la sesión realizamos ejercicios de respiración para estirar el diafragma, relajarlo y que deje espacio para los órganos, y que todo aire atrapado al fondo de los pulmones salga, reduciendo así la presión sobre las vísceras.

Al acabar la sesión "la burbuja y el cartón" han desaparecido.


A Paula le queda aún unas pocas sesiones para que vuelva a confiar en que su abdomen no vaya a molestar; y sobre todo empezar a soltar todas emociones relacionadas con su madre que a mi parecer son en gran medida las causantes de sus dolores.









No hay comentarios:

Publicar un comentario